El Trastorno por Déficit de atención e Hiperactividad (TDAH) al igual que el Trastorno del Espectro Autista (TEA) son una condición de base neurobiológica relacionada con el desarrollo del cerebro en el niño que generan gran impacto en su desarrollo integral.

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) está caracterizado por un patrón de comportamiento multifacético que impacta en la atención, el grado de actividad y los impulsos de quien lo padece, lo que causa problemas en el funcionamiento cognitivo, comportamiental, rendimiento académico y laboral.

El Trastorno del Espectro Autista, implica una alteración en el neurodesarrollo con especial impacto en la intención comunicativa, alteración de la respuesta ante diversos estímulos sensoriales e intereses restringidos y conductas repetitivas.

Ambas entidades implican una alteración en el en neurodesarrollo con la presentación espectral en la severidad de síntomas, que de manera individualizada generan un grado de disfunción con impacto diferente en cada niño.

La intervención temprana en el TDAH y en TEA son una condición necesaria para alcanzar una buena calidad de vida en los años posteriores, y para que las personas con cualquiera de estas condiciones logren un desarrollo pleno de sus capacidades, por lo cual es de vital importancia buscar ayuda profesional lo antes posible.